Juana I de Castilla, nació en 1.479, sus padres fueron Isabel y Fernando, casó con Felipe I llamado el hermoso, fue duque de Borgoña Conde de Habsburgo, de Flandes, tuvieron seis hijos: Leonor, Carlos, Isabel, Fernando, María y Catalina.
Juana I de Castilla en su niñez era muy inteligente, aprendió latín y poseía cualidades para la música, que fue una de sus escasos consuelos a lo largo de su encierro en su vida.
A Juana I de Castilla, intentaron arrebatarla todo lo que era, crearon la leyenda de su locura y la encerraron durante 46 años en un Palacio en Tordesillas. La apodaron Juana la Loca, ¿pero estaba loca?...
Fue la primera Reina de España, la reina de los reinos más importantes del mundo en aquel tiempo, pero los hombres que manejaron su vida, su marido Felipe el Hermoso, su padre Fernando, el Cardenal Cisneros y su hijo el Emperador Carlos V, NO le permitieron reinar nunca.
¿Cuántas veces dijeron que estaba loca? Simplemente por decir lo que pensaba o por expresar lo que sentía? A ella intentaron anularla como persona y la negaron todo cuanto la correspondía como legítima reina.
Aislada en la Corte, con tan solo 17 años la pasión desmesurada por Felipe el Hermoso, era lo único que la daba sentido a su vida, pero no estaba dispuesta a asumir sus constantes infidelidades, sus enérgicas protestas ante tanta humillación pública, contribuyeron a crearla la fama de histérica y desequilibrada, "loca de celos" decían por rebelarse por NO ser SUMISA, por no querer asumir los desprecios y silencios de un marido narcisista, caprichoso e interesado del que se enamoró profundamente y manipuló a su antojo, aunque fue tras la muerte de su madre la reina Isabel en 1.504,cuando comenzó su verdadero calvario, pues acababa de convertirse en la Reina de Castilla pero su padre Fernando y el Cardenal Cisneros tenían otros planes para ella.
Fue Juana I de Castilla, víctima de la lucha por el trono entre su marido y su padre, según ellos no estaba capacitada para reinar y ellos debían de gobernar.
Felipe ya nombrado rey junto a Juana I, había comenzado a planear su encierro, cuando la muerte le sobrevino...embarazada y de luto, recorrió Castilla durante años con el féretro de su marido para darle sepultura en Granada, según sus últimos deseos, aquella imagen tétrica y melancólica contribuyó a aumentar la leyenda de su trastorno mental "enloquecida por la muerte de Felipe" tan loca de amor que ni muerto permitía que nadie le tocara.
Lo cierto es que su padre Fernando y el Cardenal Cisneros, en su estrategia por quitarla de en medio, planearon casarla con el rey Enrique VII de Inglaterra, pero hasta que no se enterrase a Felipe El Hermoso, no podría volver a casarse y alargó aquel viaje a Granada, todo lo que pudo.
Su padre Fernando había comenzado su exitosa campaña para tratarla de loca y encerrarla para siempre en el Palacio de Tordesillas y asegurarse así que no pudiera reinar jamás, dejando el camino libre a su futuro heredero, fruto de su segundo matrimonio con Germana de Foix, jamás imaginó que su padre y secuaces tramasen aquel complot contra ella para hacerse con el poder, tras la muerte de su padre Fernando, Juana se convirtió también en la Reina de Aragón y de Navarra, pero tan solo en los papeles pues su presunta incapacidad mental era esencial para legitimarla en el trono primero a su padre Fernando y luego a su hijo Carlos V, un atisbo de libertad se abrió ante esta reina con la rebelión de los Comuneros, Bravo, Padilla y Maldonado, aquella Revolución burguesa cansada de los abusos del poder. Por parte de Carlos V, querían demostrar que la locura de Juana I había sido una estrategia para apartarla del poder. Estas revueltas en Castilla fracasaron y su ambicioso hijo Carlos V tampoco se apiadó de ella. La mantuvo encerrada en Tordesillas bajo la estricta vigilancia de unos carceleros que la maltrataron física y psicológicamente, abandonada a su suerte, ella rechazó sabiamente toda relación con lo católico, se negaba a rezar (así no hizo ningún contrato etérico), ni admitía imágenes religiosas, ella sabía lo que eso conlleva. Y entre las más absolutas de las soledades con la única luz de un candil murió a los 75 años, después de un cautiverio de 46 años, quedando para la posteridad como Juana la Loca, pero en verdad NO estaba loca, fue maltratada en vida e injustamente tratada por la historia "no hay que permitir" que esto vuelva a suceder a ninguna mujer.
NO consentir jamás que nadie te diga que estás loca, no permitas que te ignoren, te anulen y te manipulen, no seré una histérica ni una inestable , ni haces de todo un drama. NO LO PERMITAS, que nadie llame nunca más a JUANA I "la loca", fue JUANA I DE CASTILA, no estuvo loca y vosotras tampoco. Mujeres del mundo EMPODERADAS POR SIEMPRE Y AHORA.
