La palabra Imán, parece proceder de la lengua francesa aimer (amar), los chinos designan al imán con el nombre Tsu Chy, es decir "quien ama". Los griegos fueron los primeros en descubrir la piedra imán, en la Villa de Magnesia. En Asia Menor la llamaron magnes y en
latín magnéticus, de hay, el origen del magnetismo del Imán.
Las personas zurdas tienen la polaridad diferente y deberán colocar los imanes al revés.
Los imanes siempre matan virus y bacterias, regenera el agua. Cualquier dolencia que tengáis , al aplicarlos correctamente, al poco tiempo, notaréis la mejoría y después la curación. Tiene alguna contraindicación, pues las embarazadas no pueden usarlos, ni las personas que lleven marcapasos, los demás sí.
Ciertos alquimistas y médicos ya los mencionan en la historia, según Aristóteles, quien vivió en el siglo III a.C, ya hablaba de numerosas propiedades medicamentosas de esta Piedra. Plinio el Viejo, gran alquimista y naturalista, mencionaba que el Imán, curaba enfermedades de los ojos y quemaduras. Discorídes (primer siglo de nuestra era) los utilizaba para los melancólicos.
Marcelo el Empírico, filósofo y médico francés, que vivió en Burdeos a finales del siglo IV, decía que la piedra imán llevándola en el cuello calma los dolores de cabeza.
Alejandro de Tralles (siglo VI) aseguraba que cura los dolores de las articulaciones llevándolo puesto donde doliese.
Alberto El Grande (siglo XIII) creía que el imán ejerce sobre el organismo una acción poderosa y saludable. Puesto en el brazo izquierdo despeja los sueños, pesadillas y evita la locura.
Platearius, médico del siglo XI, sus obras fueron editadas en 1.497, los creía buenos en las afecciones del bazo , hígado y en la melancolía.
Paracelso, gran alquimista, médico y astrólogo suizo, nació en 1493-1541, extendió su uso pues lo consideraba buenísimo en la hidropesía, llagas, fístulas, derrames, oídos, los ojos, úlceras. En numerosas afecciones nerviosas. Supo muy bien comprender la polaridad del imán y el lado norte, es siempre el que cura.
Jan Baptista Van Helmant nació en Bruselas 1579-1644. Gran alquimista y médico, ya en la época puso en práctica este método, para sanar pues el magnetismo reequilibra, reconoció su virtud astringente y su acción curativa de las hemorragias.
Serapión, pondera la acción del imán pues decía que curaba heridas y llagas.
Rattray, aseguraba que el imán curaba el catarro, las hernias, la hidropesía, la jaqueca y fortalece la matriz.
Mesmer en 1.770, aplicó el imán, a su teoría de la existencia "de una influencia mutua entre los cuerpos celestes, la tierra y los cuerpos animados" decía que se podían curar las enfermedades con las aplicaciones de los imanes. Mesmer los utilizaba empleando pequeños imanes según la forma de las partes del cuerpo (texto de Durville). Como veis esta terapia, ya viene de antiguo, aun queda mucha gente por mencionar, pero más o menos son grandes personajes de la historia, que nos dejaron un legado de sabiduría, que hoy dia sigue vigente. Pero nos dieron las pautas para que nosotros, hoy en día podamos sanar fácilmente, si queremos.
Tener en cuenta, que el polo Norte del imán calma o suprime el dolor y se emplea sobre todo, para combatir los procesos inflamatorios e infecciosos, la energía del polo norte neutraliza los virus y bacterias y sobre todo elimina a los seres malignos que intentan dominarnos..., . Nuestro organismo cuenta con un proceso curativo natural que va siempre acompañado de un aumento momentáneo de potencial negativo celular. Como el polo norte corresponde con el potencial negativo del imán, al ser aplicado en la zona afectada refuerza la acción curativa del propio organismo. Aplicado en el plexo solar, contribuye a la relajación de todo el organismo, combate el estrés, nerviosismo, insomnio, ansiedad, hipo y desequilibrios del sistema nervioso. En general el polo norte tiene una acción reguladora.
Una forma de colocarlos es la siguiente para quitar sobre todo tristeza o depres:
imanes de biomagnetismo : se colocan en la coronilla, en la cabeza, en el lado derecho el polo - y en el lado izdo el polo positivo, durante una hora., hacerlo todos los días veréis como mejoráis.
Hay diferentes tamaños de imanes, y múltiples maneras de colocarlos. Hoy en día, se pueden conseguir desde plantillas imantadas, camas imantadas, joyas imantadas, asientos imantados, dependerá para qué tipo de dolencia queréis recuperaros
y los imanes terapéuticos. Así que ya sabéis, tener a mano siempre una Piedra IMÁN.
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